La Inteligencia Artificial de Texto sirve para procesar, generar y comprender el lenguaje humano de manera automatizada. Sus aplicaciones incluyen:
Redacción de artículos, blogs y descripciones de productos.
Creación de guiones, historias y textos creativos.
Automatización de respuestas en chats y correos electrónicos.
Análisis de sentimientos: Identifica emociones en comentarios, reseñas o redes sociales.
Resúmenes automáticos: Extrae lo más importante de documentos largos.
Traducción y corrección: Mejora la gramática y traduce textos en segundos.
Chatbots y asistentes virtuales que responden preguntas y brindan soporte.
Conversión de texto a voz y viceversa, útil en accesibilidad y automatización.
La IA de texto ahorra tiempo, mejora la productividad y potencia la comunicación.
La inteligencia artificial de imagen se refiere a algoritmos y modelos diseñados para procesar, analizar, generar y modificar imágenes. Algunas de sus aplicaciones más comunes incluyen:
Reconocimiento facial: Usado en seguridad y desbloqueo de dispositivos.
Detección de objetos: Identifica personas, vehículos o cualquier objeto en imágenes y videos.
Análisis médico: Ayuda en el diagnóstico de enfermedades a partir de radiografías, resonancias magnéticas y otras imágenes médicas.
Imágenes generadas por IA: Modelos como DALL·E y Stable Diffusion crean imágenes a partir de descripciones de texto.
Restauración de imágenes: Mejora la calidad de imágenes antiguas o de baja resolución.
Deepfake: Modifica rostros y crea videos realistas con IA.
Transferencia de estilo: Convierte fotos en pinturas con el estilo de Van Gogh, Picasso, etc.
Creación de arte digital: Usado por artistas y diseñadores para generar contenido visual único.
La inteligencia artificial aplicada al video puede hacer muchas cosas impresionantes. Algunas de sus capacidades incluyen:
Creación de videos desde texto: Plataformas como Runway, Pika Labs y Sora (de OpenAI) pueden generar videos a partir de descripciones escritas.
Animación de imágenes: Midjourney convierte imágenes estáticas en videos animados, como hace D-ID con fotos de rostros.
Edición automática: IA como Descript puede eliminar silencios, generar subtítulos y editar video como si fuera texto.
Remasterización: Mejora la calidad de videos antiguos o de baja resolución (upscaling con IA).
Colorización: KlingAI convierte videos en blanco y negro a color.
Sustitución de rostros: Apps como DeepFaceLab (Google Play, Apple) pueden cambiar la cara de una persona en un video.
Avatares parlantes: Herramientas como HeyGen o Synthesia generan personajes digitales que hablan con sincronización de labios.
Filtros en tiempo real: Snapchat y TikTok usan IA para cambiar fondos, aplicar efectos o modificar expresiones faciales.
Generación de escenarios virtuales: Wasp3D Permite crear entornos ficticios sin necesidad de un set físico.
Detección de objetos y personas: FLYPix's para vigilancia o reconocimiento de escenas.
Resumen de videos: Blackbox AI extrae lo más importante de un video largo en segundos.